Lo que parecía un partido de semifinal muy igualado y difícil, la escuadra española lo transformó en un encuentro inclinado a su favor desde el inicio y consiguió el pase a la final al vencer a Italia por 7-4 con parciales 2-1 / 2-0 / 1-0 / 2-3.

La clave estuvo en la defensa asfixiante planteada por David Martín, incluso cuando estaban en inferioridad, que no permitió en ningún momento que los italianos pudieran lanzar sus misiles con comodidad: los de Alessandro Campagna necesitaron 26 minutos para asestar su segundo gol impedidos por los bloqueos y robos de los jugadores españoles. Y por supuesto en la portería española un descomunal Unai Aguirre, reconocido como mejor jugador, tras parar 14 tiros con un 78% de efectividad.

Italia es un equipo de guerreros y sacó sus fuerzas en el último cuarto, pero no fue suficiente, sobre todo porque cada vez que el rival se acerca peligrosamente en el marcador, aparece un mago llamado Felipe Perrone para poner las cosas en su lugar.

Tal como se preveía, el equipo español masculino superó cómodamente al combinado de Rumania por 24-7 (6-2 / 4-2 / 7-1 / 7-2), convirtiéndose en el partido más desigual de todos los cuartos.

El encuentro se convirtió en un trámite para los de David Martín, donde los oponentes prestaban poca resistencia al ataque rápido y tiros certeros españoles, como si todas sus energías se hubiesen acabado en los octavos de final frente a Georgia.

La armada española, capitaneada por el sublime Felipe Perrone, en ningún momento bajó su intensidad, lo que le reportó este abultado resultado. En este encuentro se estrenaron como marcadores Unai Biel y Sergi Cabanas (2). Álvaro Granados aportó 6 dianas al marcador; Roger Tahull y Bernat Sanahuja 4 tantos cada uno, Alberto Munarriz (3), Marc Larumbe (2), Alex Bustos (1) y Felipe Perrone (1). Roger Tahull reconocido jugador del partido por sus goles, 3 expulsiones provocadas y 1 robo.

Dos selecciones que llegaron a la final invictas, presagiaba un partido muy igualado y de gran intensidad. Los 3000 espectadores, en su mayoría neerlandeses, creaban el ambiente más propicio para una final donde el waterpolo femenino estaría en su más alto nivel.

Y ninguno de los equipos defraudó. Las españolas abrieron la lata tras un contraataque de mano de Judith Forca al que Anni Espar se encargó de sumar con un tiro imparable desde la izquierda para dejar a la afición local sin aliento. Tras el primer gol neerlandés, el rumbo del partido cambió: las anfitrionas conseguían imponer su juego, con una defensa selectiva que impedía a España utilizar a su boya y les obligaba a intentar marcar siempre desde el perímetro; con ataques rápidos para hacer jugar a sus propias boyas que generaban expulsiones y conseguían marcar más fácilmente en superioridad.

Las de Miki Oca nunca bajaron los brazos intentando siempre igualar el partido y sobre todo para volver a ponerse por delante, aunque tenían enfrente a un equipo que supo hacer las cosas mejor.  Seguramente, la expulsión definitiva de Anni Espar al inicio del último cuarto les pasó factura. Ni las formidables paradas de Martina Tarré ni el último gol de Maica García fueron suficientes para llevarnos a la definición por penales. El destino quiso que fuesen las locales las que definieran el partido a su favor en los últimos segundos.

Una España sin fisuras consiguió imponer su juego de principio a fin para llevarse la primer semifinal del día por 13-5 ante un gran equipo griego con parciales de 4-1 / 1-1 / 4-1 / 4-2.

Miki Oca reconocía antes del partido que Grecia era un equipo respetable con una defensa fuerte, buenas lanzadoras y determinantes boyas. Alexia Kammenou, la entrenadora griega, decía que para ganar a España tenían que hacer una gran defensa y controlar el ritmo del partido.

La escuadra española consiguió desplegar una dinámica defensa y tuvo ataques rápidos y directos, que definían sin dar opción a la portera griega. Casi todas las jugadoras han conseguido marcar: Judith Forca (3), Bea Ortiz (2) y con un tanto Pili Peña, Paula Crespi, Maica García, Anni Espar, Elena Ruiz, Paula Camus, Nona Pérez e Isabel Piralkova. Martina Terré, de sublime actuación parando 11 de 16 tiros, aportó su gran seguridad en los palos y Paula Leitón lo suyo como boya. Judith Forca reconocida como mejor jugadora del encuentro.